Y seguir viviendo cada momento como si fuese el último, la lógica ya me odia , objetivo conseguido.
Tiene que serlo. Para compensar todos los inconvenientes que se te presentan. Tienes que aprender a andar, tienes que ponerte ese sombrero tan ridículo que te compró tu abuela. No tienes ni voz ni voto. Y cuando ya eres un poco mayor, aunque puedes escoger los sombreros, no puedes elegir los ingredientes de las albóndigas de la cafetería. Ni cuándo enamorarte. Las cosas ocurren y tienes que arreglártelas.